Un perro que ama el aire libre
El Pastor Caucásico tiene una vida muy rica: le gusta dar largos paseos al aire libre. Gran deportista, muestra cierta preferencia por los grandes espacios, porque necesita ejercitar y agudizar sus sentidos: esto es simplemente esencial para su desarrollo y realización. Cada día necesita su ración de actividades físicas e intelectuales, garantizando su equilibrio.
Es decir, el lugar de vida es importante para esta raza de perro. No sólo por este gusto desmesurado por los grandes espacios abiertos, sino también porque ladra mucho, consecuencia de su instinto protector: tiende a alzar la voz para mostrar su presencia y disuadir a posibles intrusos, lo que puede molestar rápidamente a los vecinos quisquillosos.
Entonces, ¿el pastor caucásico pertenece al interior?
Si se satisfacen sus necesidades físicas e intelectuales, el perro podrá adaptarse a un espacio vital restringido, incluso en un apartamento. Pero eso no significa que se sentirá realizado o feliz. El Pastor Caucásico es un perro que necesita espacio y le gusta observar su entorno. Puede permanecer quieto durante horas dando la impresión de que está dormido, aunque esté silenciosamente despierto. Por tanto, el entorno en cuestión debe ser rico y variado: lo ideal es una casa con un gran terreno.
Actividades para practicar con un Pastor Caucásico
El pastor caucásico necesita largos paseos diarios, pero no necesariamente ejercicio físico intenso, ya que no tiene mucha energía. Estos paseos le permiten:
- Para desahogarse,
- para mantenerse en forma,
- y evitar cualquier riesgo de obesidad.
La educación del Pastor Caucásico
Como todos los perros, es fundamental educar a tu Pastor Caucásico desde muy pequeño, idealmente antes de los cuatro meses, mediante una educación equilibrada y solidaria.
Pero ojo, los trucos que solemos enseñar a los perros, como el “¡Abajo!” » y “¡Dale la pata!” ”, no lo excites. Definitivamente puede aprender estas instrucciones, obedecer su dedo y su ojo, pero eso no es lo suyo. Lo que quiere es observar su entorno, estar atento a todo lo que le rodea. Lo que necesita es sentir que se le asignan responsabilidades, que se valoran hasta sus acciones más insignificantes, que se implica en juegos y actividades. Quiere sentirse útil, desempeñar un papel en la casa.
Educado desde pequeño, con constancia y amabilidad, el Pastor Caucásico se convierte fácilmente en el mejor compañero posible. ¡Pero hay que saber hacerlo!
El Pastor Caucásico está más bien destinado a un amo experimentado que sepa satisfacer sus necesidades y darle una correcta educación, imponiendo límites sin ir en contra de su instinto protector. Para un principiante, es mejor contar con apoyo durante los primeros meses.
Socialización del pastor caucásico
El pastor caucásico se lleva bien con sus compañeros y con los humanos, ¡pero la socialización es fundamental!
Para suavizar su desconfianza natural, es absolutamente necesario exponerlo:
- a varias personas y animales,
- así como diferentes ambientes.
Y ello poniendo énfasis en los primeros seis meses de vida, que son decisivos para el futuro.
Esta socialización es tanto más fácil de realizar cuanto que este perro puede ir a todas partes, en la ciudad o en el bosque, en la montaña o en el mar, porque se adapta fácilmente y su robustez lo protege de las variaciones térmicas.
Con una vida normal de paseos y juegos, el Pastor Caucásico se convertirá en un compañero ideal, cómodo con la mayoría de los demás perros y con los humanos. Por el contrario, si se le deja solo consigo mismo en el jardín, sin contacto con el mundo exterior, pronto se encontrará con un ogro implacable que no dejará entrar a nadie en su territorio.
Alimento.
El pastor caucásico, un gran comedor, gana peso rápidamente y muestra predisposición a la obesidad. La ingesta de proteínas y calcio debe ser suficientemente moderada y espaciada en el tiempo (y si es posible fraccionada), procurando evitar cualquier riesgo de comer en exceso.
Como la mayoría de los perros grandes, es sensible al malestar estomacal. Por lo tanto, hay que tener cuidado de no ejercitarlo dentro de las cuatro horas posteriores a una comida o una gran ración de agua. Después de una larga caminata, déjalo recuperarse antes de alimentarlo.
Mantenimiento y salud.
Para tener un Pastor Caucásico hay que amar el pelo… ¡y el cepillo!
Es un perro con un pelaje rico, con una muda importante, especialmente durante la muda, dos veces al año. Por tanto, un mantenimiento periódico es fundamental, tanto para asegurar su limpieza como para protegerlo en caso de altas temperaturas.
En cuanto a la frecuencia del cepillado, todo depende de la variedad de perro. El Pastor Caucásico de pelo largo requiere un cepillado varias veces por semana. Las demás variedades (pelo corto y medio largo) se conforman con un cepillado semanal, que se intensificará durante el período de muda. No debes dudar en cepillarlo desde muy pequeño para que se acostumbre y, con el tiempo, disfrute.
Aunque la raza no presenta problemas de salud específicos, debes prestar atención a dos cosas:
- los riesgos de displasia (malformación progresiva de la cadera del animal que conduce al desarrollo de osteoartritis), específica de los perros grandes;
- y problemas de dermatitis, cuando el cabello largo permanece húmedo.
Finalmente, debido a su constitución, el pastor caucásico requiere un presupuesto veterinario importante, ¡los honorarios del médico son proporcionales al peso del animal!